Desayunamos en el albergue, nos despedimos del amable hospitalero, de los demás peregrinos y partimos desde Estella; a tan sólo 4 km del inicio de la etapa se encuentra la bodega Irache, ésta tiene la singularidad de brindar al peregrino con su fuente de vino tinto joven, aunque era muy temprano y estaba frío (nos vestíamos con todo lo que se pudiera ir sacando poco a poco: perneras, manguitos, chalecos, etc.), no podíamos dejar pasar por alto esta peculiar fuente a la vera del Camino Francés, tomamos un pequeño sorbo en honor a la tradición y a continuar haciendo nuestro Camino de Santiago ya que como ha escrito el poeta Antonio Machado "...caminante no hay camino, se hace camino al andar" un poema llevado a la categoría de canción inolvidable por parte Joan Manuel Serrat.
Por cierto, frente a la bodega Irache hay una interesante forja con muestras de trabajos a todas las escalas: desde antiguas llaves, pasando por herramientas y hasta rejas, allí obtuvimos el bonito sello con tinta naranja que se puede ver al final de esta entrada.
Monasterio de Santa María la Real de Irache, presumiblemente del siglo X, del que hay evidencias arquitectónicas del siglo siguiente. El edificio ha pasado por varios usos desde hospital de peregrinos hasta universidad, más información en Wikipedia.
Poco más adelante Pablo tomó esta otra fotografía -además de la anterior- donde las amapolas silvestres (Papaver rhoeas) son las protagonistas, recuerdo que tanto Álvaro como yo le hacíamos burla porque a pesar de que el terreno estaba húmedo -e incluso algunas zonas con barro- no ha tenido reparo en buscar la mejor toma desde varios ángulos, agacharse, probar en formato vertical y horizontal, mas hay que reconocerle que le han quedado muy bonitas.
Los paisajes navarros seguían captando nuestra atención por su belleza (a pesar de que los los Pirineos han quedado atrás), algo que comentamos los tres fue que todo el terreno que se podía cultivar estaba plantado sea con cereales, vides, girasoles, etc. y, además, que todas las casas, desde las más lujosas hasta las más modestas estaban siempre muy cuidadas y bonitas.
Trigales navarros.
Llegada a Los Arcos en las que destacan su Puerta y la Muralla medieval, desde aquí aún restan 643 km para obtener la Compostela.
Álvaro.
Entre Torres del Río y Viana nos encontraremos a la vera del camino con acumulaciones de piedras por parte de los peregrinos, como así también -a unos pocos metros más adelante- de objetos personales dejados por éstos.
Viana, edificio del ayuntamiento en la Plaza Mayor, data de 1692. Desde aquí restan 622 km hasta Santiago de Compostela, foto de Pablo.
Vídeo de Pablo en Viana.
Y poco más adelante dejamos a la Comunidad Foral de Navarra para ingresar a La Rioja, segunda comunidad autónoma y también segunda provincia de España ya que ambas son uniprovinciales.
LOGROÑO, llegando a la capital riojana, vídeo de Pablo.
Accedemos a través del Puente de Piedra sobre el río Ebro.
Una vez acreditados en el bonito albergue municipal nos disponemos a lavar la ropa y tenderla para luego poder callejear por Logroño.
Aquí en el "Café Moderno" -recomendable- hemos coincidido con otros bicigrinos, por cierto, como más o menos todos hacemos las mismas etapas solemos reencontrarnos a lo largo del camino, durante los paseos y obviamente en los bares, son momentos donde vives el espíritu del Camino: agradables, divertidos y muy distendidos, al momento de nosotros entrar estaba por salir un grupito de bicigrinos con los que hablamos muy animadamente.
Yo venía de comer el día anterior alubias rojas en Puente la Reina, que me encantaron, así que unas similares pedí también de primer plato en Logroño para compararlas, se llamaba "Alubias rojas a la riojana" vienen con panceta y oreja de cerdo, es que además de estar buenísimas, cunden, llenan y... bueno no hubo quejas por parte de los demás alberguistas por la noche.
Había
que reponer energías y la cervecita entra divinamente con el Menú del
Peregrino tras el esfuerzo del Camino, por ahí leí que contiene
carbohidratos de alto índice glucémico, pero la verdad es que la bebimos
porque simplemente nos apetecía...
De segundo plato "Patitas de cordero a la riojana", que digamos que me quedo con el primer plato, esa sensación gelatinosa no me convenció.
Antiguas murallas de Logroño.
Paseo del Espolón.
Hermosas rosas en la capital riojana.
Callejeando vemos en la puerta de la Sociedad Gastronómica La Becada la imagen de esta bella ave a la que debe su nombre dicha agrupación.
Ya por la nochecita no podíamos perdernos la calle Laurel con sus tascas y bares, no hay problema, total lo quemaremos mañana... Claro está que previamente habíamos observado la Concatedral y paseado por las calles adoquinadas del Casco Antiguo.
Ruta de 49,87 km en un tiempo efectivo de 4:27:44 y con un desnivel de 855 m con el siguiente desgloce: